Enfoque
Suelo percibir una sesión de terapia como un viaje. Nos vamos conociendo mejor, re-descubriendo partes de nuestros propios territorios, a veces con la maravilla que es mirar por primera vez o tener otra perspectiva, a veces con dolor o incomodidad. Atravesamos sensaciones, memorias, emociones, creencias y cuando ocurre una liberación, llegamos a un espacio donde el cuerpo puede autoregularse, donde puede ocurrir un re-encuentro. Poder emprender este viaje con un acompañamiento en confianza, con una presencia empática y una escucha incondicional permite soltar y llegar a más profundidad.
Buscamos la resiliencia que ya está adentro de cada persona. Encontramos los recursos que nos permiten enfrentar las cosas más desafiantes.
Gracias a esos proceos, aprendemos a conocernos mejor, a empoderarnos, a recuperar la confianza y la seguridad, a saber cómo regular nuestros sistemas únicos.
Así olas tras olas, sabemos mejor cómo navegar en la corriente de la vida, con más fluidez, con más energia vital. Siempre está aquí, pero a veces ciertos obstáculos la desvian y cuando puede retomar su curso y nutrirnos, recuperamos la coherencia, la conexión con nuestro ser profundo y nuestra creatividad.